La cocina es uno de
los rituales más satisfactorios de la vida, y cocinar concientemente es
la mejor manera de tratar los alimentos, ya que “somos, lo que comemos”.
La
comida es energía que da vida. Las teorías científicas dicen que las
moléculas de los alimentos son utilizadas por el cuerpo para proveerlo
de energía y de sustancias necesarias para su construcción, reparación y
regulación de sus varios tipos de tejidos; una dieta impropia es bien
conocida por tener un efecto negativo en estos procesos, más aún si
cocinamos nuestros alimentos con desdén.
Igualmente
la comida ejerce efectos en la mente. Investigaciones indican que los
síntomas de esquizofrenia, hiperactividad y ciertos desórdenes mentales,
pueden ser aliviados por una correcta terapia dietética. Muchas
personas que han experimentado con alimentos naturales y vegetarianos,
han sentido una diferencia positiva como resultado de los cambios en la
dieta, de ahí la importancia de una alimentación que provea de energías
tanto al cuerpo como a la mente.
Energía en tres pasos
El primer paso para una alimentación energizante es la elección de los alimentos. La
madre Naturaleza nos provee de una gran cantidad de energía a través de
frutas y vegetales que deben estar presentes en nuestra dieta diaria.
Es recomendable escoger alimentos biológicos, ya que los aditivos quitan
gran parte de la esencia del alimento y podría ser perjudicial para la
salud.
Seguidamente, debemos conocer sobre la incompatibilidad de alimentos,
ya que ésta podría hacer que la comida se fermente en el estómago,
llenándolo de toxinas que luego se distribuyen por nuestros órganos
principales.
En tercer lugar, recomiendan los expertos beber lo sólido y masticar lo líquido,
es decir, es importante que los alimentos lleguen a nuestro estómago
hechos papilla, para que el cuerpo pueda absorber mejor los nutrientes.
También es esencial masticar bien, ya que algunos nutrientes son
asimilados por el cuerpo a través de una enzima ubicada en la saliva.
Prudencia saludable
Cocinar
puede ser un juego divertido, experimentando con la mezcla sana y
conciente de los diversos alimentos. Para obtener mayores beneficios al
momento de cocinar, se debe tomar en cuenta los siguientes consejos:
- Preparar y cocinar los alimentos justo antes de consumirlos.
- Los alimentos rallados deben ser preparados de último.
- Los alimentos duros deben ser cocinados antes que los blandos.
- Evitar fuentes u ollas de aluminio para cocinar o servir comida. El teflón y la superficies esmaltadas pueden ser tóxicas si son rayadas. El vidrio es no-reactivo y fácil de limpiar, al igual que las ollas de hierro fundido y acero inoxidable.
- Evitar alimentos que contengan químicos: pesticidas, aditivos, preservantes, saborizantes o colorantes artificiales.
- Se debe perder el miedo al cómo va a quedar la comida. La magia está en, sin saber cómo, comienzan a salir platos ricos y saludables